En Kampanera siempre hemos sentido admiración por los pioneros que, con ingenio y valentía, se atrevieron a embotellar algo tan sencillo y a la vez mágico como un refresco. Uno de ellos fue Agustín Trigo Mezquita (1863-1952), un farmacéutico valenciano que pasaría a la historia como el creador de TriNaranjus y Orangina.
🍊 Prueba nuestra Naranjada Kampanera en nuestro Pack Frescura haciendo click aquí 🍊
Aunque se presentaba como “doctor” —en realidad lo era en Farmacia y no en Medicina—, lo importante en aquella época no era tanto la precisión del título como la confianza que transmitía: un producto recomendado (o mejor aún, elaborado) por un facultativo era garantía de fiabilidad. Y en los años 20 y 30 del siglo XX, cuando los refrescos carbonatados se vendían casi como remedios milagrosos, aquello era clave. Se decía que estos tragos efervescentes aligeraban la digestión, calmaban los nervios, favorecían el sueño, combatían la resaca y, por supuesto, refrescaban como nada en verano.
El Dr. Trigo no solo supo aprovechar esa ola, sino que le dio un giro maestro. En 1892 patentó un procedimiento para atrapar la esencia de las frutas y flores mediante destilación al vacío. De ahí nacería un jarabe concentrado de cítricos tan potente que con unas pocas gotas diluidas en agua se lograba una deliciosa naranjada. Esa “ambrosía cítrica” sería la base de Naranjina, y más tarde de TriNaranjus y Orangina, los refrescos que conquistaron España, Hispanoamérica y la Francia francófona.
Su éxito no solo residió en la innovación técnica o en la calidad insuperable de las naranjas valencianas, sino también en su visión empresarial y publicitaria. La mítica botella con forma de tres naranjas unidas, registrada en 1931, es uno de los mejores ejemplos: un guiño a su propio apellido que convirtió el “Tri” en marca universal.
Y aquí es donde sentimos la conexión con nuestro proyecto. Salvando las distancias, en Kampanera nos mueve la misma pasión: rescatar el espíritu de aquellos “refresqueros” que, desde un obrador, una bodega o un pequeño laboratorio, creaban bebidas con identidad, con alma.
El verano pasado dimos el primer paso con nuestra limonada artesana, y este año presentamos la Naranjada Kampanera. Un refresco que quiere ser puente entre esa tradición y la innovación de hoy:
- Elaborado con naranjas seleccionadas de España, aprovechando tanto su zumo exprimido como la piel para obtener un jarabe lleno de matices.
- Enriquecido con un toque de limón, cúrcuma y jengibre, que aportan frescura, acidez y un punto especiado.
- Con una base de kombucha de larga fermentación, que añade complejidad y carácter.
- Y con una chispa de gas carbónico, lo justo para despertar sabores en boca, sin llegar a ser una soda ni quedarse en un simple zumo.
El resultado es una bebida natural, honesta y diferente, que se sitúa a medio camino entre un zumo y un refresco. Una naranjada que rinde homenaje tanto a la herencia cítrica del doctor Trigo como a los antiguos gaseoseros españoles de los años 50, aquellos que llenaban las casas de botellas con nombres pintorescos como La Pitusa o La Revoltosa.
Con la Naranjada Kampanera queremos recuperar esa magia: refrescos que cuentan historias, que se disfrutan con calma y que reivindican el valor de lo artesanal frente a la homogeneidad de lo industrial.
Porque, como decía aquel pionero valenciano, la auténtica modernidad no está en imitar lo que ya existe, sino en crear algo que haga sonreír a quien lo prueba.
¿Brindamos por ello? 🍊✨