La kombucha es una bebida natural que se consume desde hace miles de años, pero…
¿Alguna vez te habías preguntado por su origen?

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¿De dónde es la kombucha?

La kombucha es una bebida fermentada cuyo origen proviene de Asia hace miles de años. ¿De dónde es la kombucha? Aunque sus orígenes exactos no están completamente claros, se cree que la kombucha se originó en China o en la región del noreste de Asia. Desde entonces, se ha extendido por todo el mundo, ganando popularidad por sus presuntos beneficios para la salud. Hoy en día, la kombucha se puede encontrar en tiendas de alimentos naturales y supermercados en todo el mundo, ofreciendo una variedad de sabores y marcas para que los consumidores disfruten de sus propiedades y beneficios. A continuación te contamos todos los detalles.

Kombucha Origen

Realmente no podemos saber con seguridad cómo ni dónde se originó, el ser humano ha utilizado la bebida de kombucha como remedio desde hace milenios y su origen se pierde en el tiempo. Según indicios, fue en algún lugar del antiguo Lejano Oriente donde comenzó a consumirse el té infusionado hace más de 5.000 años en lo que hoy es la actual China.
A lo largo de los siglos, numerosos estudiosos e investigadores se han esforzado por tratar de traer luz a este asunto. En este post vamos a ver las diferentes leyendas y teorías que nos permitirán saber cómo surgió, quién la inventó o descubrió y cómo se extendió y popularizó en todo el mundo.

Mitos y leyendas de la kombucha

Una de las más evocadoras, cuenta la historia de un monje tibetano que se encontraba preparando un té cuando entró en una profunda meditación. La infusión quedó descuidada y el viento arrastró las levaduras salvajes provenientes de las montañas hasta su cuenco. Al despertar, el monje pudo comprobar que en su infusión se había obrado una milagrosa transformación, lo que antes era una infusión de té, se había convertido en algo diferente, algo mejor, una curiosa bebida dulce con un toque ácido y finas burbujas que producían una curiosa sensación al ser tomada. Maravillado, se lo ofreció a sus compañeros monjes que apreciaron y disfrutar esa ofrenda y a partir de ese día, todos gozaron de buena salud y largas vidas en aquel pequeño monasterio perdido en la inmensidad del Himalaya.

Origen del Kombu Cha
Otra de las historias más interesantes, nos habla de un galeno y alquimista coreano, Kombu quien, durante uno de sus experimentos en busca de nuevos remedios para mejorar la salud de sus pacientes, preparó una infusión de té a la que añadió miel para hacerla más agradable. Este brebaje quedó olvidado en un rincón de su herbolario hasta que días después volvió a encontrase con su tetera perdida. Observó que esta vez algo había cambiado, en su superficie flotaba un disco gelatinoso y bajo él, la transmutación se había producido. De aquel feliz experimento surgió el brebaje que hoy todos conocemos, la kombucha. Tras tomarlo por un tiempo y experimentar una mejoría generalizada, comenzó a recetárselo a sus pacientes, popularizando así la bebida y ganando gran fama y reconocimiento. Parece ser que fue así como la bebida obtuvo su nombre, “Kombu” por él mismo y “cha“, que en chino significa té.

Corría el año 414 a.C. cuando el emperador del Japón Inkyo comenzó a sufrir graves molestias intestinales para las que no encontraba remedio ni consuelo posibles. Fue entonces cuando llegó a sus oídos la historia de aquel afamado médico que con su prodigiosa bebida conseguía curar todos los males imaginables. Lo hizo llamar y cuando Kombu estuvo en su presencia, este le regaló uno de aquellos curiosos discos que producían la sanación. El emperador consiguió mejorar su salud y agradecido, extendió la elaboración de la kombucha por todo su imperio. En Japón el té de kombucha es conocido como “kocha kinoko”.

Otro de estos mitos, nos habla de los samurái, se dice que portaban con ellos una botella que contenía una bebida de té fermentado especial que les daba energía antes de las batallas. Al parecer, descubrieron la kombucha cuando al llegar a una pequeña aldea china notaron que entre sus habitantes había gente muy anciana y con una salud envidiable. Esto les provocó mucho interés y se dedicaron a la tarea de observar y preguntar a los aldeanos a qué se debía. Pronto se dieron cuenta que aquellas gentes tenían la costumbre de tomar una bebida especial proveniente de algo parecido a un hongo que les otorgaba aquella gran vitalidad. Al volver a su país, estos samurái llevaron consigo este nuevo saber, expandiendo así la utilización de la bebida kombucha por las islas del imperio del sol naciente. 

Historia de la kombucha

Según las investigaciones de diversos autores, los primeros escritos que hablan sobre la kombucha y sus beneficios digestivos, sitúan su origen hace más de 2 milenios, en el norte de China, durante la dinastía Qin (Tsin), en la zona de Manchuria que limita actualmente con Rusia.
Cuenta la historia, que en el año 221 a.C., el emperador chino Qin Shi Huang, que había desarrollado una obsesión por alargar su vida, ordenó a sus alquimistas que buscasen un elixir que le permitiese mantenerse joven y saludable eternamente. Es de esta forma como el emperador llegó a conocer la bebida de kombucha y fue incorporada como tónico a la medicina China tradicional. Lo llamaron “elixir de la salud inmortal“, ya que creían que el té de kombucha favorece un equilibrio entre el meridiano Ki (bazo y estómago) y ayuda a la digestión, permitiendo que el cuerpo se centre en la curación.
Precisamente, la Asociación Kombucha Brewers International escogió el mes de febrero (2) y el día 21 para celebrar el “día mundial de la kombucha” y promover su consumo conmemorando de esta manera la historia anterior a través de la referencia al año en que sucede, 221 a.C.

Todas estas leyendas nos trasladan a lugares exóticos y tiempos de fantasía, pero lo más probable es que todo comenzase con un simple descuido. Seguramente la primera colonia de kombucha se desarrollase y evolucionara naturalmente en cántaros de agua con algún aporte de azúcares dado por frutas y taninos aportados por la infusión de las hojas y que se contaminó accidentalmente con levaduras ambientales.
La idea más apasionante y maravillosa es la que nos hace imaginar como aquella primera kombucha se ha multiplicado y recorrido el mundo y el tiempo de mano en mano a partir de una misma madre original.

La expansión de la kombucha y su fama

Con la apertura de rutas de comercio, la kombucha fue expandiéndose al resto de países vecinos y hacia el final de la Edad Media, cuando el té se convirtió en un producto disponible para todos, fue cuando se extendió a Rusia y Europa del Este donde se le llamó “chayniy grib” (té de hongos), “kvas de té” o simplemente “kvas”.

Posteriormente, a principios del s.XX, durante la Primera Guerra Mundial, fue cuando la bebida se introdujo en Europa de la mano de los prisioneros de guerra rusos.

Alemania resultó ser clave en el éxito europeo de esta bebida fermentada, los farmacéuticos lo vendían como “mo-gu” (hongo en chino) o “fungojapón” y gozó de gran popularidad hasta que con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y con ella la escasez de té y azúcar, descendió su popularidad.
No fue hasta pasado este periodo cuando la kombucha resurgió entre la élite italiana y volvió a recuperar su popularidad extendiéndose por el nuevo mundo.

En la década de los 60, con el despertar del movimiento hippie en California y gracias a su pasión por todo lo proveniente del lejano oriente, la kombucha volvió a resurgir con fuerza bajo el nombre de “groovy tea”, ganando gran popularidad a través de fiestas para su elaboración y el intercambio de SCOBY’s.
Y así llegamos hasta la actualidad…

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A partir de los 90 se produjo un “boom” que se está experimentando hasta el momento actual en el que la kombucha se encuentra completamente asentada en los mercados de Norte América, Sudamérica, Australia y Europa y se ha convertido en la perfecta alternativa natural y saludable a los refrescos industriales. Puedes encontrarla en todos los supermercados con una gran variedad de marcas y sabores, e incluso existen bares especializados.

Kombucha en España

En España la kombucha aún no es tan conocida como en otros países donde las alternativas de consumo basadas en productos naturales y la soberanía alimentaria están más desarrollados, pero en un mundo en el que cada vez somos más los que nos preocupamos por el cuidado de nuestra salud, estamos convencidos de que día a día seremos más lo que nos unamos a la comunidad kombuchera. ¡Además KAMPANERA está buenísima! Si la pruebas repetirás.

¡A disfrutar! ¡Salud!

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